sábado, 20 de diciembre de 2014

I.

Vuelven los fantasmas de ayer
junto lo que pude sentir
sin querer desaparecer
y tan sólo porque logré huir.

A ser fuerte quiero ser fiel
por mucho que cueste su andada,
aunque me dejase la piel
ya que sin alma ella no es nada.

Rasgo cada dolor de pecho
que logró crearme desvelos
con noches observando el techo
después de numerosos duelos.

Silencio todos los lamentos
con gélidos dedos delante
que palidecen por momentos
sin resultar titubeante.

- b. m.