domingo, 25 de mayo de 2014

Dolía y duele.

Dolía.
Dolía verte lejos de mí,
lejos de lo que un día amaste.

Dolía pensar que mis rizos
ya no volverían ser bienvenidos entre tus dedos.
Dolía recordar que tu sonrisa imperfecta
ya no era causada por mí.
Dolía pronunciar tu nombre
sabiendo que tú no estarías tras él
o que no te reirías
por mi torpeza al pronunciarlo.
Dolía la canción que te recordaba a mí
porque invocaba tu persona.
Dolía leer que tu último mensaje
fue enviado días atrás,
con furia, con odio,
con decepción en tus palabras.

Pero más duele conjugar mal el verbo,
pues sigue siendo un presente.

- b.m.